En el mundo de la empresa, los empleados se vinculan a tribus. No a departamentos ni funciones corporativas. La tribu es un territorio humano. Es esa parte simbólica de toda organización a la que antes o después acabamos perteneciendo. De manera espontánea. Incluso, sin ser conscientes de ello.

Son una red de relaciones y complicidades que pasan invisibles para quienes solo se fijan en los organigramas. Pero están ahí. Y tienen más poder que cualquier área directiva.

Si tomamos un mapa de África o de Oriente Próximo veremos fronteras perfectas, trazadas hace más de un siglo con escuadra y cartabón. Por detrás, o sea, en la realidad, sus gentes no saben de esas líneas. Pero sí saben a qué comunidad pertenecen. Y qué tienen en común.

Una tribu es esa suma de artefactos, costumbres y ritos compartidos que nos dan sentido. Nos unen y, además, nos distinguen del resto de grupos sociales que nos rodean en el trabajo.

La unidad básica de la tribu es el equipo. Un equipo de equipos es una tribu: son «pequeñas» culturas que conforman la cultura de la empresa. Así, en mayúsculas. Y como decíamos, los empleados se vinculan a tribus, no a grandes proclamas corporativas.

Sus participantes comparten objetivos, aprendizajes, experiencias, herramientas sociales, rituales u otros mecanismos propios de cooperación para alcanzar objetivos comunes. Lo más importante: se sienten un «uno» frente a «los otros».  No se ordenan de manera formal sino que se conforman por rasgos identitarios.

Por eso, si quieres transformar tu organización, busca primero a tus tribus y pregúntate cómo entienden cada una de ellas el cambio. Y habla con sus líderes. No los que figuran en el papel sino los que de verdad mueven, inspiran y vertebran su comunidad.

Una cosa es segura: no esperes lo mismo de una tribu de frikis tecnológicos que de una orgullosa banda de creativos y publicistas. Aunque todos sean de la misma empresa. Aunque compartan departamento.

 

Y aquí es cuando decimos que somos Tribvm.

Esa visión tribal, antropológica, tremendamente humana es la que inspira Tribvm (o La Tribu, entre nosotros). Lo que nos une es una obsesión por vivir y trabajar con transparencia y optimismo. Y compartir nuestra energía con quienes creen que su trabajo y su empresa es (y puede ser) un «Best place to work».

Somos una consultora estratégica de personas y organizaciones. Operamos en modo «boutique». Es decir: lo damos todo por compartir otra manera de organizarse y de tomar decisiones. De liderar equipos y de sacar todo el potencial que los empleados llevan dentro. Lo más importante: de crear espacios de confianza.

Tribvm es más que una herramienta o una metodología. La sociocracia nos inspira pero no nos define. Lo que nos une es una misma rebeldía y una misma pasión por el diseño organizacional, el talento, el trabajo del futuro y las personas.

Cuando Carolina y José Luis decidimos unir nuestras vidas profesionales, llevábamos detrás ya miles de horas de vuelo estudiando, practicando, enseñando y viviendo otras maneras de trabajar realmente eficientes y liberadoras, libres de burocracia y de KPIs que anulan el genio humano. Unimos equipos, experiencias, colaboradores y algo que la mayoría solemos dejar de lado: que somos muy buena gente.

Porque es la bondad bien entendida, junto a la generosidad y una vocación humilde de superación, la que de verdad genera impacto en los equipos y acelera la transformación de las organizaciones.

Así, al menos, lo vemos nosotros.

Lo decimos en nuestra Web:

la gran crisis de las empresas no es la falta de inteligencia. Es la desconfianza y el miedo a perder el control. Eso es lo que les impide ofrecer una experiencia ilusionante donde clientes, empleados y directivos se reconozcan y reinventen.

 

Qué hace La Tribu

En Tribvm hemos dicho adiós a la inercia, la burocracia y los egos. Ni siquiera un salario excelente y unas condiciones más que razonables de trabajo nos han atado a la silla de ningún despacho. Dejamos todo lo que hacíamos en nuestras vidas anteriores por un único motivo: apoyar a líderes y empresas valientes que no teman demoler las viejas jerarquías y controles.

Porque en nuestro mundo, que es el tuyo, la innovación y el talento solo se conjuga en abierto. Porque tus empleados, que son los nuestros también, hace tiempo que dejaron de ser Recursos Humanos. Recuerda: los empleados se vinculan a tribus, no a estrategias diseñadas en la planta 78 de Manhattan  ni a herramientas rarunas ensambladas en un sótano de Bangalore.

La Tribu se dedica a la consultoría de personas y organizaciones, a la transformación cultural y organizativa. Sensibilizamos sobre las nuevas reglas del trabajo y de la empresa a través del estudio de tendencias y la impartición de charlas.

Por ejemplo, formamos en Escuelas de Negocio a los líderes del futuro. Nos pateamos los organigramas, los planes de gestión del cambio, la gobernanza de las empresas. Todo para hacer más grande la mirada organizativa. Y nos metemos en los equipos y en los despachos «importantes» para elevar el discurso directivo.

Pero, sobre todo, hacemos de la confianza la palanca clave para sacar de personas como tú el CEO que necesitan las organizaciones del siglo XXI. CEO de Cultura, de Equipo y de Organización.

 

1. Cultura vibrante

Partimos de la tribu para diseñar culturas de trabajo más innovadoras. Conectamos los valores y principios de la organización con los comportamientos de sus integrantes. Y para impulsar cambios reales, intervenimos en el espacio, en el discurso, en el modelo de relación y en los procesos del día a día de la empresa.

2. Equipos efectivos

Ayudamos a las tribus a ser más autónomas, a tomar decisiones de manera eficiente y participativa. Nos apoyamos en nuevas formas de colaboración, nuevas herramientas, nuevas maneras de llegar a acuerdos. Todo ello en contextos de trabajo híbridos y distribuidos. Apostamos por el feedback grupal para hacer de cada miembro del equipo un líder responsable.

3. Organización flexible

Construimos organizaciones más horizontales y más disruptivas. Te ayudamos, por ejemplo, a repensar la distribución del trabajo, a rediseñar los procesos que impactan en la vinculación y productividad de los colaboradores. Desplegamos arquitecturas y soluciones que facilitan la transparencia, la agilidad y la eficacia. En esencia, facilitamos que la inteligencia colectiva fluya y la empresa sea el mejor lugar para trabajar, el caso de éxito de todas las escuelas.

 

El vínculo con La Tribu

La Tribu no es un rollo hippie ni la última moda consultoril. Somos una empresa que aspira a hacer más grande a las demás empresas. Somos profesionales enamorados de la transformación. Si decimos que los empleados se vinculan a tribus y no a departamentos es porque ahí es más fácil, más directo y menos costoso  gestionar el cambio.

Tribvm es el reflejo de otra manera de entender la organización y el papel en ella de las personas. No la nuestra, en exclusiva. Es la que hoy nos están demandando las compañías líderes, con un propósito claro y una responsabilidad que va más allá de ser simplemente rentables.

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